El Mapa

martes, 16 de febrero de 2010 7 comentarios
Una mañana El Hombre Sin Tildes camina por un sendero de arena mojada. Las copas de los cipreses se balancean, lentas, y el viento trae a sus pies un enorme pliego de papel arrugado en el que parecen trazarse caminos, carreteras, colinas, mares...

... y montañas.

El hombre se agacha, lo toma entre sus manos y lo estudia con detenimiento.

Es un mapa.

Hay cosas que entiende y otras... se escapan, como lo hacen las puntas de las llamas de una hoguera que enciendes para calentarte, ya dormida la madrugada. Y se percata... de la posibilidad de viajar por el mapa, atravesando bosques frondosos, por los bordes de arroyos, e incluso subir las cuestas de un pueblo fantasma, pero no puede navegar por los r os, ni disfrutar los bellos parajes que esconden C diz, C rdoba...

... o M laga.

En sus lugares mira y ve...
... oc anos de nada.

El Hombre Sin Tildes sigue estudiando el mapa, se pierde.

Unas gotas de lluvia tempranas comienzan a caer sobre el papel, y moja un sendero acentuado de esperanza. Guarda el mapa y sigue caminando.

La tormenta amenaza cercana.

*foto de aquí

-.-

Este es un capítulo inédito de EHST que no incluí en el cuento.

7 comentarios:

  • AdR dijo...

    Ya me vale, que hacía tiempo que no me pasaba por aquí...¡lo siento!.

    Lala, ese puntito lo tiene el cuento, y es el punto que no quise abandonar mientras relataba. Aunque confieso que hay altibajos, no siempre hay melancolía, pero espero haber mantenido la belleza de las palabras en cada línea de texto.

    Besos :)

    Sureña, Granada y la Alhambra están en su mapa, imborrables desde que las conoció de adolescente :)

    Besos tildados.

    Ruinas y Deseos, bienvenida :) Este blog es sólo una muestra y un "así se hizo" de un cuento que intento publicar y del que puedes leer el primer capítulo pinchando en un enlace de la barra lateral. Muchas gracias por tus palabras.

    Besos.

  • Anónimo dijo...

    Debe ser lindo perderse dentro de un mapa, ser errante sin dirección ni fronteras.

    Estupendo!

    Saludos de mariposa,
    Diana